lunes, 21 de enero de 2008

JEREZ RECUERDA RESPONDE A MEMORIA HISTÓRICA JEREZANA ANTE UNA SERIE DE CALUMNIOSAS INJURIAS PUBLICADAS EN LOS MEDIOS.






“La Asociación para la Recuperación de la Justicia y la Memoria Histórica 'Jerez Recuerda'” responde a la autodenominada “asociación cultural memoria histórica jerezana”ante una serie de calumniosas injurias publicadas en diferentes medios de comunicación”.


Ante el tendencioso libelo firmado y remitido por el colectivo “memoria histórica jerezana” a diferentes medios de comunicación en el que se ve una clara, extravagante e insidiosa animadversión por parte de sus representantes hacia nuestra asociación, hemos acordado que es necesario difundir lo que consideramos un legítimo uso del derecho de réplica ante la difamación que representa dicho escrito cuyos orígenes, pensamos, van más allá de nuestro comunicado de prensa anterior fechado el pasado día 09 de diciembre de 2007 en donde se criticaba nuestra exclusión de un programa de la televisión pública jerezana ONDA JEREZ TV y acusábamos, entre otras cosas, a Ignacio Gómez Palomeque (miembro del mencionado colectivo y portavoz del mismo en el programa televisivo denunciado por nosotros) de atribuirse un trabajo que no le correspondía al asentir afirmativamente cuando alguien -por ignorancia, error o confusión- le adjudicó como obra suya nuestro trabajo de investigación.
1º) En primer lugar, debemos de recordar que nuestra opinión iba encaminada a hacer notar el pésimo enfoque que la televisión pública ONDA JEREZ TV hizo del tema en cuestión al excluirnos del programa “El Debate”, sin culpar a ninguna asociación de ello, tal y como cualquier lector inteligente, sin prejuicios y sin afán de manipular puede apreciar en la lectura de nuestro anterior comunicado. De la misma manera, se puede constatar que en ningún momento nuestra anterior nota de prensa hizo crítica alguna de “Memoria Histórica Jerezana”, sino de uno de sus miembros que, utilizando el nombre de dicho grupo nos causó un agravio al arrogarse el trabajo de nuestra asociación y el de nuestros socios activos, intentando de este modo confundir a la audiencia y menospreciar nuestra investigación.
Si ahora “Memoria Histórica Jerezana” cierra filas en torno a Ignacio Gómez Palomeque y lo defiende atacándonos de esta manera, metiéndose en cuestiones internas que han sucedido dentro de la “Asociación para la Recuperación de la Justicia y La Memoria Histórica ‘Jerez Recuerda’” y contando sólo a medias las verdades y las versiones que le interesa airear, podemos afirmar que dicho grupúsculo se hace responsable activo de sus propias palabras, asumiendo las consecuencias que de ellas puedan derivarse, a no ser que lo que se escriba y se firme se haga de mano de algún manipulador que actúe al margen del mencionado colectivo, pero desde dentro de él.
2º) En segundo lugar, se nos ha acusado falaz y absurdamente de no estar por “el sano ejercicio de la divulgación” y sí por el “cavernario enfrentamiento decimonónico y exceso de protagonismo”, aparte de querer “enterrar con viejos métodos que todos queremos olvidar el derecho a la opinión” y de reflejar “una interpretación involutiva del derecho a la libre asociación, al de libre expresión y al derecho a la información”. Acusaciones, todas, impregnadas de hechos asumibles por parte de quienes sí han intentado vetarnos en más de una ocasión todos los derechos que ahora esgrime de forma alegre el redactor del panfleto anti-Jerez Recuerda, firmado por un colectivo tras el que se esconden dos individuos muy bien identificados que sembraron la discordia de diferentes formas desde los inicios de Jerez Recuerda, con el objetivo de politizar nuestra asociación y manipularla con fines concretos nada sanos desde los puntos de vista objetivo, imparcial e independiente.
Pensamos que, si alguna vez tuvo algún prestigio la Asociación Memoria Histórica Jerezana, éste se le fue con la irrupción en dicho grupo de los individuos mencionados, quienes, recordamos, provocaron con sus peculiares actividades intolerantes su expulsión de la Mesa por la Recuperación de la Memoria Histórica de Jerez (donde, por cierto, no sólo estaba nuestra asociación) el 12 de abril de 2005 por haberse apartado de los principios que animaron a la constitución de la Mesa y por criminalizar con sus artículos en cierto periódico jerezano a un sector importante de los seres humanos que fueron asesinados por los golpistas de 1936, justificando de este modo la violencia fascista al denominar a estos fallecidos “pistoleros” y “delincuentes”.
Ya que la actual “Memoria Histórica Jerezana” se atreve a opinar a medias sobre los asuntos internos de nuestra asociación, es de recibo que completemos con la otra mitad la crítica plena de ciertas opiniones y actitudes que en absoluto pueden partir de alguien que reivindique el “derecho a la opinión” y apueste por el “sano ejercicio de la divulgación de los hechos históricos” antes que “por el cavernario enfrentamiento decimonónico”, especialmente si ante todo ha habido un compromiso previo que va más allá de respirar polvo en un archivo histórico e interpretar interesadamente los legajos a cambio de ciertas prebendas. Nos referimos al compromiso con las víctimas asesinadas, con la búsqueda de la justicia, con la recuperación de la memoria personal, social e histórica y, por su puesto, con los derechos humanos. Y esto se hace con una metodología que, aunque modesta en los medios, sí lo suficientemente digna y seria como para caer en la mediocridad y utilizar métodos heterodoxos y poco fiables como los que suele utilizar cierta persona que se paseó en su día por “Jerez Recuerda” y que normalmente realiza trabajos de investigación histórica utilizando la parapsicología y el espiritismo, tal y como lo hemos podido comprobar observando y grabando algunos programas de televisión (Onda Jerez, Canal Sur, Cuatro...).
Así que, posturas personales como filtraciones no permitidas a la prensa, como la defensa a ultranza del dictador Miguel Primo de Rivera, como la de su hijo José Antonio –a quien había que “comerle los huevos” (sic.)-, como la utilización del calificativo “prostituta” para referirse a Dolores Ibarruri, como la acusación de pistolerismo, y subsiguiente criminalización, de un sector importante del movimiento obrero organizado, sumadas todas ellas a intereses personales, más un desesperado intento de control del grupo por parte de alguna que otra familia política a la que pertenecía más de un individuo, hacía de todo ello un ambiente incómodo, violento y propicio para destruir desde dentro los intentos de independencia y autonomía de nuestra asociación. Como no lograron su cometido, estos “investigadores” cambiaron de estrategia y se marcharon esgrimiendo argumentos falsos y alentando a que otras buenas personas también lo hicieran cansadas de dicha situación.
Pero la Asociación para la Recuperación de la Justicia y la Memoria Histórica “Jerez Recuerda” reafirmó su autonomía ante cualquier intento de manipulación por parte de toda organización de cualquier índole y, a cambio, empezó a enfrentarse a una serie de bulos originados en su totalidad por estos individuos bien respaldados que todavía perduran.
3º) En tercer lugar, Memoria Histórica Jerezana nos reprocha nuestra tardanza en publicar los resultados de nuestra investigación y la escasez de actividades que realizamos en contraste con sus pretendidos “más de 10 años” de investigación en el tema de la represión fascista en Jerez de la Frontera, denominándonos “grupo residual” y acusándonos de “ser familia”.
Dicho de esta manera, y realizando de este modo un pequeño paréntesis en nuestra exposición, opinamos que no es de extrañar que encontremos dificultades en nuestras investigaciones históricas, pues uno de los retos al que continuamente nos enfrentamos es la mentira histórica. Entre otras cosas, eso fue lo que ha animado a muchas asociaciones que están trabajando por la recuperación de la memoria histórica: descubrir la verdad de unos hechos históricos que fueron ocultados mediante el miedo y la creación del mito y el tópico. Ahora entendemos por esta experiencia cómo se puede iniciar la propagación de una mentira desde sus orígenes.
Podemos acreditar, en consecuencia, que algunos de nuestros compañeros llevan 14 años investigando y trabajando no sólo en el campo de lo que se conoce hoy en día como “recuperación de la memoria histórica”, sino en el de los derechos humanos, y nos molesta que desde ciertos sectores se den pábulos a los reproches de unos advenedizos que lo único que piensan es zancadillear para obtener cosas. En cuanto a las actividades realizadas, es bastante obvia la respuesta y no necesitamos tampoco dar explicaciones; basta con que se mire a cualquier otro lado que no sea el ombligo de uno mismo para darse cuenta de que no estamos parados y que nos tomamos en serio el trabajo propio y el de los demás, e incluso apostamos por la colaboración en esta materia siempre y cuando haya condiciones de igualdad y trato directo de “tú a tú” , pues no somos ninguna sucursal política ni sindical de nadie. Es esto lo que nos hace fuerte y nos anima a realizar cuantos actividades veamos oportunas, como por ejemplo, la participación en diferentes actividades locales y provinciales que son imposibles de enumerar en estos momentos, pero queremos destacar muy especialmente la organización de las I Jornadas de Recuperación de Memoria Histórica de nuestra ciudad en octubre de 2006 sin ningún apoyo de organizaciones políticas, sindicales ni institucionales (únicamente contamos con la solidaridad de la O.N.C.E. al cedernos sus instalaciones para tal evento). Sobre estas jornadas, aparte de su éxito en cuanto a organización y calidad de los ponentes, sólo cabe decir que no fueron más que el inicio de un propósito claro que se verá afianzado muy próximamente con la inminencia de las II Jornadas de Recuperación de Memoria Histórica de nuestra ciudad de las cuales muy pronto informaremos.
Por otro lado, el único motivo que ha existido para la publicación tardía del trabajo de investigación de Jerez Recuerda (en la que hemos intentado tener cierta actitud ética intachable al incluir a personas -por el hecho objetivo de haber sido sólo socias de Jerez Recuerda- que nos han boicoteado activamente y ponerlas en la categoría de colaboras sin realmente merecerlo, ni serlo) la puede dar el Centro de Estudios Históricos Jerezano que nos argumentó algo bastante coherente y concerniente a la falta de presupuestos, aparte de la existencia de una lista de artículos que estaban a la espera de ser publicados antes que el nuestro. Como es comprensible, el compromiso de publicación se dio dependiendo de estos factores y de la irregularidad temporal con la que se editaba, y se edita, la Revista de Historia de Jerez, algo que quizás se le puede escapar a los individuos que van con mala intención y con el bulo en la boca, pero que muchas personas interesadas en nuestro trabajo conocían dadas las explicaciones oportunas.
Por último, queremos denunciar la distorsión de la realidad que pretenden imponer los individuos que incomprensiblemente nos atacan con semejante saña cuando afirman que somos un “grupo residual” y, además, “familia”. Lo de residual, no creemos que lo seamos de la misma manera que aquellos quienes nos intentan hacer daño mediante críticas propias de menores de edad, especialmente porque ser socio fundador de una asociación es importante, pero más lo es cuando aparte de tener socios fundadores (como es por supuesto nuestro caso) también tenemos una Junta Directiva que funciona aceptablemente y una red de socios, colaboradores y amigos sin cuyo apoyo económico y moral una asociación como la nuestra no sería nada, máxime cuando hasta el momento nos hemos mantenido sin ayuda ni subvenciones de ninguna administración del estado, de ningún partido político y de sindicato alguno. Pensamos, por tanto, que lo residual es la idea que mueve toda esa crítica vertida hacia nosotros y contra la que luchamos abiertamente, pues es incompatible con la que nos mueve en pro de las libertades y los derechos humanos.
Nuestro más firme propósito es el de continuar trabajando como una familia unida, aunque no tengamos todos lazos de consanguinidad. De hecho somos familiares de represaliados por el franquismo y defendemos los derechos de los familiares antes que cualquier interés político o ideológico que se quiera imponer por encima de nuestros derechos y del derecho del reconocimiento de las víctimas de la intolerancia fascista . Se podrá estar de acuerdo o no, pero nada más; la situación seguirá siendo la misma y la verdad sólo tendrá un camino.
Sólo nos queda por añadir que con este derecho a réplica del que no hubiéramos querido hacer uso (porque no concebimos la idea de perder el tiempo con gente que no lo merece) nos damos por satisfechos y damos por zanjada la cuestión. A partir de ahora, nos negaremos a seguir haciendole el juego a aquellos personajes que intentan sobresalir intentando provocarnos y utilizando la mentira y el bulo como únicas herramientas de notoriedad en sus tristes vidas. Consideramos que nuestro trabajo va más allá de responder a los individuos que han demostrado que lo único que les importa es trepar a toda costa, aunque sea por ramas muy finas. Dicho esto, nos seguiremos manteniendo como hasta ahora, como grupo independiente sin ánimo de lucro, y que en nuestro modesto intento de querer sobrevivir, pese a quien le pese, nos seguiremos preguntando, con la seguridad de conocer las respuestas, “¿por qué y a qué tipo de gente molestamos?”.
Y para que surtan los efectos oportunos, lo firma, sella y fecha
LA ASOCIACIÓN PARA LA RECUPERACIÓN DE LA JUSTICIA Y LA MEMORIA HISTÓRICA “JEREZ RECUERDA”
La Junta Directiva
En Jerez de la Frontera, a 20 de enero de 2008