domingo, 17 de agosto de 2008

LA ASOCIACIÓN “JEREZ RECUERDA” ASISTE A LA PRESENTACIÓN DEL NUEVO LIBRO DE FERNANDO SÍGLER SOBRE LA REPRESIÓN FASCISTA EN LA LOCALIDAD DE ESPERA



Al finalizar el acto se obsequió a los asistentes con un ejemplar del libro y se invitó a cualquier otro interesado a solicitarlo en el Ayuntamiento a partir del lunes 11 de agosto.
Ante unas 140 personas que abarrotaron el Salón de Usos Múltiples del municipio gaditano de Espera, y aprovechando el último día de la exposición que el Ayuntamiento espereño dedicó al anarquista Fermín Salvochea, el doctor en Historia Contemporánea por la UNED y profesor tutor del Aula de la UNED de Olvera, Fernando Sígler Silvera, presentó su nueva obra titulada “Su silencio es nuestra voz. De la esperanza republicana a la sublevación militar y la represión en Espera, el pueblo de la reforma agraria” quien agradeció especialmente a José María Sánchez Berlanga, concejal de Cultura, su colaboración, ya que le consideró “alma mater de este estudio e impulsor incansable de este proyecto desde hace varios años”.
El acto lo inició el alcalde de la localidad, Pedro Romero Valverde, quien recordó que desde que se inauguró el monumento “Mártires por la libertad”, en homenaje a las víctimas, en el año 2004, se han realizado varias actividades relacionadas con la recuperación de la memoria histórica del pueblo de Espera y todavía quedan otras tantas como la edición de un cómic sobre la historia de este pueblo y la realización de un vídeo sobre la Reforma Agraria en dicho municipio. De hecho, Pedro Romero afirmó que el que se presentaba en esta fecha era el tercer libro que se ha publicado sobre la historia del pueblo de Espera y que éste ha contado con muchos colaboradores, tales como familiares de víctimas cuyos testimonios van acompañados con sus respectivas fotografías.
Por su parte, Fernando Sígler comenzó definiendo a la obra como un libro colectivo basado en la recogida de testimonios documentales y orales, cuya estructura forma parte de un proyecto de recuperación de la memoria histórica que ha sido presentado por el Ayuntamiento de Espera y subvencionado por la Consejería de Justicia y Administración Pública de la Junta de Andalucía. Terminó diciendo que el libro concluye con un álbum fotográfico de 50 páginas que resumen el sentido de la obra.
Ahondando en la estructura del libro, Fernando Sígler ocupó gran parte del tiempo en desglosar su contenido y explicar los apartados y capítulos más importantes del mismo. De esta manera, el autor mencionó que su obra se abre con un capítulo dedicado al período de gobierno del Frente Popular, denominado precisamente “El Frente Popular”, y donde se analiza la política de izquierdas llevada a cabo durante los meses previos al golpe de estado militar de julio de 1936.
Los dos capítulos siguientes (“Sublevación militar contra la República en Espera” y “Los dueños de la nueva situación”) tratan, por un lado, del recorrido de la gestación de la sublevación militar con la colaboración de conspiradores de dentro del propio municipio y, por otra parte, de la estructura de poder que se estableció en Espera una vez que triunfó el golpe de estado y de las personas que se hicieron dueñas de la nueva situación mediante la fuerza y la violencia, considerando el autor esto último como “una subversión de la legalidad constitucional vigente”.
El apartado denominado “La reforma agraria tras el golpe de Estado” gira en torno a dos temas relacionados: en primer lugar, con la “descalificación de la experiencia republicana y purga en las comunidades campesinas” y, en segundo término, con la “devolución de las fincas incautadas a sus antiguos dueños y arrendamiento a los asentados”. Hay que decir que el autor del libro se acercó al estudio de la historia del municipio de Espera precisamente a raíz del estudio que estaba haciendo sobre la reforma agraria en la Provincia de Cádiz debido al tema de su tesis doctoral en la UNED. Según Fernando Sígler, el municipio de Espera fue el primero de toda Andalucía, y el segundo del estado español, que aplicó el "proyecto emblemático" de la reforma agraria de la II República, aparte de ser considerado por el gobierno reformista del primer bienio republicano presidido por Azaña, como "un proyecto pionero a escala nacional, siendo por ello un pueblo modélico a escala nacional".
Continuando con el desglose de la estructura del libro que hizo este autor, el capítulo titulado “La represión. Los fusilamientos” lo consideró como un capítulo muy doloroso y el más duro de todos a los que él se ha enfrentado. De esta manera termina por catalogar los hechos violentos ejercidos por los golpistas como “puros y simples asesinatos” según los testimonios recogidos por él mismo y sus colaboradores, coincidiendo en este aspecto con muchos investigadores que, como los asociados a “Jerez Recuerda”, apoyan este punto de vista que dejaron patente en su obra “Las Cifras de la Represión en Jerez de la Frontera tras el Golpe de Estado Militar de 1936: Una Aproximación”, escrita en 2004, revisada y mejorada en 2005 y publicada en el número 13 de la Revista de Historia de Jerez y en la propia página web de dicha Asociación.
El apartado denominado “Las víctimas” se trata en realidad de pequeños esbozos biográficos de cada una de las víctimas que se han confeccionado a raíz de documentación archivística que se ha podido consultar y, especialmente, de testimonios orales recopilados a través de contactos personales con testigos directos y familiares de víctimas. En cuanto al capítulo dedicado a “La justicia sublevada contra los defensores de la legalidad republicana”, el autor ha intentado explicar la paradoja que supone lo que se ha llegado a conocer como la “justicia al revés”, esto es, la contradicción fuera de toda lógica que supuso que “los defensores de la legalidad constitucional fueran acusados por quienes se sublevaron contra la legalidad constitucional precisamente de ‘rebelión militar’ ”.
Tras hacer un repaso de los capítulos siguientes (“Tribunal de Responsabilidades Políticas contra republicanos de Espera” y “Viudas y huérfanos víctimas de la represión”), que tratan respectivamente sobre los espereños que fueron sometidos al Tribunal de Responsabilidades Políticas, “por defender posiciones que en la República fueron legales”, y sobre las personas de Espera que quedaron viudas y huérfanas como consecuencia de la represión, finaliza el autor con el desglose de su obra con la mención del capítulo “Fuentes y bibliografía” haciendo especial hincapié en la fuente archivística principal, el Archivo Municipal de Espera, complementado fundamentalmente por el Archivo del Tribunal Militar Territorial II, con sede en Sevilla, donde se custodia todos los Consejos de Guerra a los que fueron sometidas las personas represaliadas.
Al finalizar la exposición de la estructura del libro, Fernando Sígler continuó explicando una proyección fotográfica que tenía preparada para complementar el álbum fotográfico que el libro acoge en sus últimas cincuenta páginas. De todas ellas destacó dos relacionadas con una visita de los directivos del Instituto de Reforma Agraria (IRA), entre los que se encontraba el director general del IRA, Adolfo Vázquez Humasqué quien (poco antes de ser cesado como director general del IRA a primeros de febrero de 1933) se dirigió a los campesinos espereños el 9 de enero de 1933 en unas circunstancias históricas que hicieron que el historiador Fernando Sígler tomara dicha imagen para contrastarla con la otra imagen que ha quedado de Casas Viejas en las mismas fechas. El autor del libro insistió en mantener que la imagen que generalmente se ha transmitido hasta ahora del campesinado andaluz durante la etapa de la II República es fundamentalmente la que se difundió como consecuencia del crimen de estado cometido en la pedanía de Casas Viejas pero, recordó, que a muy pocos kilómetros de la tragedia, en Espera, se estaba produciendo el espaldarazo oficial a un proyecto empresarial promovido por los campesinos espereños donde se mantenía “un diálogo entre la Administración y el pueblo de Espera” y donde existía “un proyecto de viabilidad social cuya finalidad era absorber el paro forzoso”.
La aportación municipal: un libro por cada asistente
La interesante intervención del historiador acabó con un reparto de un ejemplar del libro para cada persona que asistió al acto y que el alcalde de Espera, con su propio equipo de colaboradores municipales, se encargó de distribuirlo entre el animado público que posteriormente pudo beneficiarse de la dedicatoria y rúbrica manuscritas que el autor pacientemente realizó de forma personalizada. Los que se quedaron sin ejemplares, o quisieron llevarse más, tuvieron la oportunidad de recogerlos en el mismo Ayuntamiento a partir del lunes 11 de agosto.
Los miembros de “Jerez Recuerda” que presenciamos el acto, vimos satisfactoriamente que los 6.000,00 euros concedidos por la Consejería de Justicia y Administración Pública al Ayuntamiento de Espera para la publicación de 1.000 ejemplares del libro estuvieron bien empleados, máxime si se tiene en cuenta que el contenido de este tipo de material no sólo es considerado como algo estrictamente histórico (que evidentemente sí lo es), sino también social ya que incumbe a la sociedad en general, y muy particularmente a los familiares de las víctimas, el tener acceso libre y gratuito a un período histórico que hasta hace relativamente poco estaba restringido y manipulado. Por desgracia, son pocos los Ayuntamientos que hoy en día puedan afirmar que su implicación en la recuperación de la memoria histórica de los municipios que respectivamente representan tengan un carácter de tipo social y verdaderamente cultural como para involucrarse de esta manera.
En cuanto al Ayuntamiento de Jerez, nuestra Asociación para la Recuperación de la Justicia y la Memoria Histórica “Jerez Recuerda” ha realizado recientemente un escrito dirigido a la Delegada de Cultura y Fiestas, Dolores Barroso, solicitando una entrevista para que implique a la Delegación Municipal que representa en la reedición de nuestro trabajo arriba citado “Las Cifras de la Represión en Jerez de la Frontera tras el Golpe de Estado Militar de 1936: Una Aproximación” ya que su divulgación es muy necesaria debido a la escasez de ejemplares que se publicaron del mismo que hace impedir que el conocimiento de una parte de la historia de nuestra ciudad sea debidamente socializada entre la población. Veamos, por tanto, cuál es la respuesta municipal a esta modesta demanda.