jueves, 23 de marzo de 2017

MARZO HISTÓRICO EN JEREZ PARA MUJERES LIBRES Y PARA EMANCIPACIÓN FEMENINA




MARZO HISTÓRICO EN JEREZ PARA MUJERES LIBRES Y PARA EMANCIPACIÓN FEMENINA.
 
LA BIBLIOTECA SEBASTIÁN OLIVA ACOGIÓ UNA MESA REDONDA DONDE SE RECONOCIÓ LA IMPORTANCIA HISTÓRICA DE MARÍA LUISA COBO POR SU VALIOSA APORTACIÓN EN LA LUCHA POR LOS DERECHOS DE LA MUJER.

La última ocasión que tuvo lugar la organización de algo parecido en Jerez de la Frontera fue el 12 de marzo de 2010, en la Sala de Exposiciones de la Delegación de Juventud del Ayuntamiento de Jerez, que acogió una Mesa Redonda titulada “La Mujeres Libres en Jerez. María Luisa Cobo Peña. Memoria Jerezana del Sindicato Emancipación Femenina en la II República". Una actividad organizada por la Asociación para la Recuperación de la Justicia y la Memoria Histórica "Jerez Recuerda", en colaboración con el Ayuntamiento de Jerez, y con la participación de los mismos ponentes que este año, salvo el historiador Jesús María Montero Barrado quien, por razones que desconocemos, no participaba en esta ocasión aunque su libro sí estuviera presente en todo momento en la mesa redonda de este 10 de marzo de 2017.

No obstante, nos gustaría hacer una especial mención a aquella participación del autor de "Anarcofeminismo en España. La revista Mujeres Libres antes de la Guerra Civil" (Madrid, FAL, 2003) porque su contribución ha sido fundamental para entender la importancia de Mujeres Libres. Fue en marzo de 2010 cuando Montero Barrado nos recordó la existencia de la relación directa entre María Luisa Cobos Peña y la revista Mujeres Libres, y también entre esta anarquista y la organización específica que se creó posteriormente con el mismo nombre de la revista que surge en torno a Lucía Sánchez Saornil, mujer periodista de la C.N.T. y poetisa vanguardista.
 
Según el historiador, Sánchez Saornil planteó en su momento que la lucha de la mujer tenía que ser autónoma y buscó el apoyo de otras mujeres relevantes del movimiento libertario, como Mercedes Comaposada o Amparo Poch y Gascón, para poner en práctica unas ideas que empezaron a prefigurarse en una Sánchez Saornil influida opuestamente por la teoría de la “diferenciación de los sexos” que introdujo el doctor Gregorio Marañón en España desde Francia, según la cual la mujer tenía que dedicarse a las tareas propias del hogar. De este modo, Sánchez Saornil sostuvo que la mujer era diferente, no porque fuera así realmente sino porque la visión que tiene el varón de los valores de la mujer son construcciones históricas y culturales falsas. Ideas que pudieron difundirse, primero, con la creación de la revista de la que era corresponsal María Luisa Cobos Peña; luego con la organización específica del mismo nombre en que también María Luisa Cobos fue una importante activista hasta que el golpe de estado y la guerra desbarataron este proyecto que sucumbió en “ese largo invierno”
 
Aquella memorable participación de Montero Barrado finalizaba rescatando unas palabras que María Luisa Cobos había escrito en una de sus numerosas y extensas cartas. Dichas palabras, dirigidas a Sánchez Saornil, las escribió el 28 de abril de 1936: “Muy en breve la mujer ocupará el lugar que por derecho le pertenece, por esto creo más en la eficacia de la revista..." .

Recientemente, el pasado 09 de marzo de este año, Jesús María Montero Barrado, apuntaba en su blog "Entre el mar y la meseta" las siguientes palabras sobre María Luisa Cobos y, también, su interesante visión acerca del por qué mantiene que el apellido de esta figura histórica es realmente Cobos, en plural, y no Cobo, en singular: 

"En fin, Mª Luisa Cobos, una mujer de origen humilde, luchadora, entusiasta y, como el resto de sus compañeras de 'Mujeres Libres', adelantada a su tiempo. Fue colaboradora en varios medios libertarios de los años republicanos. También, de la revista 'Mujeres Libres' que impulsaron en la primavera de 1936 Lucía Sánchez Saornil, Mercedes Comaposada y Amparo Poch, siendo su 'corresponsala' en Jerez. Paralelamente impulsó en la primavera de ese mismo año la creación del Sindicato Emancipación Femenina, asociado a la CNT, que actuó en su ciudad natal. Luego, en plena guerra, fue yendo de un lugar para otro, sobreviviendo y organizando 'Mujeres Libres'. En 1939 se vio obligada a exiliarse en Francia, donde fue recluida en campos de concentración. A su regreso fue detenida, procesada y encarcelada. Finalmente, acabó instalándose en Madrid..."  

"Ella misma firmaba sus carta  con el apellido Cobos, en plural..."

Y para acabar, una aclaración: siempre me he referido a esta mujer con el apellido Cobos, en plural. Es frecuente que se escriba como Cobo, en singular. Así aparece en el cartel y así se refiere a ella José Luis Gutiérrez Molina, autor de un interesante sobre las vicisitudes de nuestra protagonista ("Anarquismo,represión y memoria histórica: el caso de María Luis Cobo Peña,Jerez de la Frontera 1944"). Mi postura no es baladí ni caprichosa, sino que obedece a cómo firmaba ella misma sus cartas. Helo aquí en un ejemplo...".

La Mesa redonda del pasado viernes 10 de marzo de este año tenía una novedad bastante interesante con respecto a la del 2010. Según los organizadores del acto que se desarrolló en la Biblioteca Sebastián Oliva, vinculada al sindicato CNT de Jerez, consideraron dicho evento como un hecho "histórico", y que por ese motivo iba a servir como material para la realización de un documental sobre el tema. De hecho, tanto el público como los miembros de nuestra Asociación "Jerez Recuerda" que asistimos, constatamos un inusual despliegue de cámaras que portaban, en este caso, un grupo de alumnos de los Ciclos Formativos de Imagen y Sonido del Instituto de Educación Secundaria (IES) La Granja, quienes estarían grabando durante todo momento y desde varias perspectivas diferentes.

El primero en intervenir fue Francisco Reinoso Cobo, sobrino de María Luisa Cobos Peña y cofundador de CC.OO. de Jerez y Cádiz, en su Sector de Banca, además de haber sido Defensor de la Ciudadanía en Jerez y activista de distintos movimientos en la ciudad. El sobrino de María Luisa Cobos no perdió oportunidad para apelar a la unidad sindical como vía para solucionar los problemas que padece la clase trabajadora actualmente y supo entroncar armoniosamente el origen histórico del 08 de marzo, Día Internacional de la Mujer Trabajadora, con las diferentes etapas históricas del movimiento obrero internacional, como el Primero de Mayo
 
Cuando hablaba de su tía, las emociones afloraban con sus palabras, transmitiendo a un público entregado todo un cúmulo de información valiosa. Ejemplo de ello era la insistencia por parte del sobrino en desmentir los bulos creados alrededor de la activista como consecuencia de malas interpretaciones o de la mala fe. Era conocido, por ejemplo, el sobrenombre de la militante anarquista como "María Luisa, la Comunista", aunque como se sabe -y como subraya su sobrino- el activismo que llevaba a cabo su tía siempre lo hacía desde una visión anarquista, además de recordarnos que en aquella época (años treinta de la Segunda República prebélica) los comunistas componían un número reducidísimo. Hasta tal punto defendía su ideología anarquista que la propia María Luisa Cobos tuvo que reafirmarse varias veces como anarquista cuando, durante los interrogatorios policiales -o cuando se la llegó a juzgar-, se la acusaba de comunista.

Por otra parte, el sobrino admitió que el nombre real de María Luisa era Ignacia, pero se lo cambió porque no le gustaba, y esto le supuso también salvarse de ser detenida en cierta ocasión que era reclamada por las autoridades. También tuvo que ilustrar a la audiencia, mediante la lectura de varios recortes del períodico de la época El Guadalete donde se ponía de relieve la importancia de su tía en las acciones antidesahucio de Jerez.

Debido a su activismo, y a las antipatías que levantaba entre el sector más reaccionario de Jerez, se adoptó por parte de individuos e individuas pertenencientes a aquél sector una nueva modalidad de insulto con la expresión peyorativa "hijo de la Ignacia", en un curioso paralelismo con la más conocida "hijo de la Pasionaria" asociada en otros lugares con la comunista vasca Dolores Ibarruri. 
 
Francisco Reinoso llegó a definir a sus tíos como "autodidactas" que "tenían una formación, para mi gusto, interesantísima". Logró recrear también su infancia, evocando los veranos en los que su madre le envíaba, en el "Rápido" o en el "Correo", a casa de su tía Luisa y de su tío Juan Pedro, en Madrid, lugar donde vivían su destierro impuesto por las autoridades golpistas. Durante las estancias estivales en Madrid, sus tíos le apuntaron a clases particulares que impartía un maestro represaliado y depurado por los golpistas, al que se le había prohibido ejercer su profesión. Sus tíos se preocupaban por inculcarle una formación cultural y un gran amor por los libros, el arte y el cine. Su tío Juan Pedro, por ejemplo, le hacía copiar todos los días una página del Quijote, y su tía Luisa le alquilaba novelas de aventura (entonces se alquilaban los libros) como "El último Mohicano", de J.F. Cooper, "20.000 Leguas de Viaje Submarino", de Julio Verne, o bien, las obras de Walter Scott, al tiempo que le planificaba todas las mañanas una ruta diferente a dónde acudir para formarse o ejercitarse: el Museo del Prado, el Parque de El Retiro, etc...

Pero el Madrid de los años cincuenta no sólo significaba buenos recuerdos en la memoria del sobrino de María Luisa Cobos. Más allá de los paseos dominicales a la orilla del Manzanares con sus tíos, y con amigos de éstos "de la misma tendencia", también recuerda movimientos extraños alrededor suyo, como extraños cambios de domicilio nocturnos y de madrugada que hacían cuando había alguna redada policial. Nos comenta, por ejemplo, que cuando en diciembre de 1959 el Presidente estadounidense, Dwight D. Eisenhower, visitó Madrid, la Policía franquista realizó una gran redada en la capital para encarcelar a toda persona fichada con ciertos antecedentes, como era el caso de sus tíos. De ahí que se vieran obligados durante esos momentos a cambiar provisional y preventivamente varas veces de domicilio en un sólo día, tanto por la noche como por la madrugada. 
 
En cuanto a la etapa jerezana prebélica de María Luisa Cobos, su sobrino indicó que la idea de su tía era organizar a las mujeres, primero, alrededor de un sindicato mixto que fracasó por culpa del desembarco de hombres "donjuanistas"; luego, en un sindicato exclusivos para mujeres que aglutinara a sectores laborales mayoritariamente femeninos, como era el caso del empleo del hogar, la costura, el textil.... Esta segunda opción fue la que efectivamente se implementó, debido a un problema interno de machismo en la CNT, de la misma manera que lo había en el seno del Partido Comunista cuando empezó y también dentro de la UGT. Parecía que la revolución era una cosa exclusivamente por y para hombres, dejando a las mujeres en un papel absolutamente secundario, y en una situación donde, en ese aspecto, las contradicciones entre teoría y praxis era un hecho notorio. 
 
Contó el sobrino que sus tíos se casaron por lo civil durante la República, pero cuando volvieron del exilio francés, el franquismo no reconoció su matrimonio y tuvieron que volver a casarse, pero esta vez por la Iglesia, porque era la única opción que tenían de seguir viviendo juntos. 
 
Si había una imagen gráfica para definir quién era su tía, y demostrar el valor enorme que tenía, esa fue una anécdota contada a él por personas de confianza. Como seña de identidad reivindicativa, María Luisa Cobos, se había despojado de sus medias negras con las que la sociedad tradicional jerezana sometía a las mujeres, invitando así a que otras mujeres hicieran lo mismo. En una ocasión que pasaba por la Calle Larga, a la altura del Casino Jerezano, desde donde alguien con cierto apellido conocido la espetó con una mezcla de desprecio y de insulto, tuvo que volverse y darle tal bofetón  a dicho individuo que aquel episodio llegó a contarse como proeza memorable en algunos círculos sindicales y sociales.
 
- No pasaba a la burguesía y a la derecha ni una, porque bastante tenía ella con aguantar todas las cosas que había aguantado como mujer... -sentenció el sobrino.

Antes de finalizar, Francisco Reinoso recurrió una vez más a la obra de Montero Barrado para leer en público una parte de una carta escrita por su tía, dirigida a la directora de la revista Mujeres Libres: 

- La revista aquí no se pierde, pues mi hermana Anita es una mujercita y las venderá...  

Visiblemente emocionado, el sobrino de María Luisa Cobos dijo que "esa Anita es mi madre..." -un fuerte aplauso sonó en la sala- "... Es mi  madre. Ella, con dieciséis o deicisiete años se iba a encargar de repartir la revista...".   

Tras la intervención de Francisco Reinoso, tomó la palabra la actual Presidenta de la Asociación "Jerez Recuerda", María José Ruiz Piñero quien, como investigadora, fue la pionera en rescatar la figura de María Luisa Cobos y el movimiento del Sindicato de Emancipación Femenina. Por otro lado,  nos comentó que empezó también con sus actividades de recuperación de la memoria histórica desde la Plataforma Homenaje a las Mujeres de la II República, y que hace 23 años que inició su labor de reconstrucción de biografías de mujeres de la Segunda República, siendo la de María Luisa Cobos Peña la primera en rescatar y explicando que le causó gran impacto cuando la descubrió. 

Pero lo que más le sorprendió fue el silencio tan asombroso que la rodeaba a pesar de su labor social. Reflexionó sobre el hecho de la invisibilidad de las mujeres y afirmó que el acto de convertir socialmente invisible a un sector de la población, a una persona, a un sindicato, o a un grupo -aunque sea de memoria histórica- es intentar borrarlo de la historia y de la vida misma; es degradarlo al más bajo status social humano. 

Mantenía la Presidenta de Jerez Recuerda que la misoginia es una lacra cruel, violenta e inhumana, que hunde sus raíces en un pasado remoto con la misma aparición de la propiedad privada y que, igual que el machismo, es una forma de pensamiento intolerante heredera de la práctica de la esclavitud y del fanatismo religioso, que han convertido a las mujeres del estado español, y de todos los pueblos del mundo, en personas de segunda categoría, o de segunda clase, negándoles durante siglos los derechos básicos que cualquier ser humano debe poseer desde su mismo nacimiento. 

Gran parte de la culpa de la invisibilidad de la mujer, añadía María José Ruiz, la han tenido precisamente los historiadores al silenciar interesadamente y de forma egoísta el papel protagonista de las mujeres en la Historia. Episodios históricos como el de la Semana Trágica de Barcelona, el del Trienio Bolchevique en Andalucía, o el de la Segunda República en España, fueron claros ejemplos de cómo se ha ocultado la participación activa de la mujer en los procesos históricos estudiados.
 
Nos recordaba la Presidenta de Jerez Recuerda que, a menudo, la Segunda República era representada como una mujer con escasa ropa, portando símbolos de igualdad y de libertad, pero la realidad de las mujeres españolas de aquella época nada tenía en común con esas imágenes. La realidad era totalmente distinta. En España había dos realidades de mujeres: una era la realidad del sector más pudiente, el de las mujeres ricas que se podían permitir muchas cosas, igual que se podían permitir el explotar a las otras mujeres; y la otra realidad era la de las mujeres pobres, y la de las mujeres ignorantes, que sufrían la lacra de la miseria y no tenían apenas oportunidades. 

Insistía la investigadora que en los años treinta existían en Jerez dos grupos muy representativos de mujeres organizadas. Uno, fue la Unión Ciudadana Femenina -de derechas-, que se constituyó en diciembre de 1931, cuyas integrantes pertenecían a las familias ricas de Jerez y defendían lo que era la filosofía y la cultura más tradicionales y más conservadoras, alejándose más de la defensa de los derechos de la mujer -ni siquiera defendían el derecho al voto para la mujer, ni estaban de acuerdo en que las mujeres se presentasen a las elecciones- para centrarse exclusivamente en la captación del voto para sus maridos, organizando charlas y almuerzos en los barrios para dicho fin; luego, estaba aquél grupo de mujeres, que encabezaba de alguna forma María Luisa Cobos y sus compañeras, funcionando dentro del Sindicato Mixto, primero, y después en el Sindicato Emancipación Femenina. En síntesis, era la misma representación del espíritu de polarización social española proyectada en Jerez... 

Sobre las circunstancias de la evolución del segundo núcleo de mujeres, cabía destacar que sólo en el año 1932 aparecieron diez mil escuelas laicas en todo el estado español que suponían la difusión de una educación alejada de toda tradición involucionista. Por otro lado, entre finales del siglo XIX y principios del XX surgieron una serie de intelectuales que abrieron grandes debates en diferentes revistas en las que se planteaban las problemáticas de las mujeres desde varios puntos de vista, no sólo desde el ámbito laboral, sino desde todas las facetas relacionadas con el ser humano.  

Por ello, desde una perspectiva anarquista, personajes de la talla de Teresa Claramunt, Teresa Mañé o Anselmo Lorenzo fueron buenos ejemplos que enriquecieron el debate y aportaron mucha luz para el camino de la lucha por la emancipación femenina porque, precisamente, el pensamiento proudhoniano (que acotaba el papel de la mujer dentro del espacio familiar y doméstico) que se había mantenido dentro del anarquismo duró hasta finales del siglo XIX, momento a partir del cual empezó abrirse paso el pensamiento bakuninista de claras tendencias liberadoras para la mujer. 

Se añadió también por parte de la ponente que la influencia del neomalthusianismo en Francisco Ferrer i Guardia y en la Escuela Moderna hicieron que desde principios del siglo XX se debatiera el tema de la planificación familiar en revistas especializadas y se tratara abiertamente, con la participación de especialistas, cuestiones relacionadas con las medidas anticonceptivas, de interrupción del embarazo y de erradicación de la prostitución, con propuestas de análisis sobre los orígenes de la prostitucion y de proyectos de Liberatorios de Prostitución. 

La Presidenta de Jerez Recuerda informó que entre la desaparición del Sindicato Mixto y la creación de Mujeres Libres y de Emancipación Femenina hubo una especie de vacío orgánico que impidió al grupo específico femenino aparecer mucho antes. Entre las actividades derivadas de su militancia sindical y social y las detenciones que sufrió María Luisa Cobos, por ejemplo, las mujeres del servicio doméstico y las mujeres trabajadoras de la aguja tuvieron que esperar mejor ocasión para organizarse en un futuro próximo. 

Así que sólo fue cuestión de tiempo que las filas sindicales de la CNT terminaran por asumir la normalización de la presencia de la mujer, de la misma manera que tuvieron que reconocer la labor y la valía de las mujeres como parte fundamental en el proceso de transformación social por el que abogaba el anarcosindicalismo español. 

Cuando se constituye el Sindicato Emancipación Femenina, María Luisa Cobos afirmaba en una de las cartas envíada a Lucía Sánchez Saornil que había podido afiliar a mil quinientas mujeres procedentes de varios sectores laborales. Los objetivos concretos que tenía esta Asociación eran: 

"Erradicar la esclavitud de la ignorancia en las mujeres, organizando talleres de formación y de alfabetización encaminados a la especialización profesional de la mujer y a su independencia ideológica; erradicar la esclavitud como productoras, formando a las mujeres sindicalmente para dar a conocer sus derechos como trabajadoras y la herramienta de la acción directa (acción sindical sin intermediarios) para la defensa de los mismos y, finalmente, erradicar la esclavitud como mujeres, implementando un proceso educativo y una campaña de liberación sexual con todas sus consecuencias y sus responsabilidades". 

María José Ruiz nos recordó que estos objetivos se enfrentaban abiertamente a los principios más arraigados de la religión católica, y que por ello el grupo de Mujeres Libres se encontró con muchas dificultades, antes y después del golpe de estado de julio de 1936, pero fue especialmente durante la represión generalizada golpista donde se vieron más afectadas. 

El historiador José Luis Gutiérrez Molina, doctor en Historia Contemporánea, intervino el tercero plantendo varias cuestiones para explicar la complejidad de la situación histórica en la que se vio envuelta nuestra protagonista. 

Mujeres Libres, aparte de ser un tipo de organización con una actitud feminista, tenía unos componentes característicos propios que se incardinaba con la lucha social, porque había varios tipos de feminismo: desde el revolucionario hasta el más conservador. Pero lo más interesante que nos explica el historiador es que va a ser en los lugares donde más se desarrolla el anarquismo donde también las mujeres se muestran más combativas y más avanzadas en la reivindicación de sus derechos. 

En segundo lugar, José Luis Gutiérrez incide en la cuestión del papel de la mujer dentro del mundo libertario. Nos explica que en el sindicalismo cenetista el machismo imperaba igual que en el resto de la sociedad, y un número importante de trabajadores afiliados a la CNT tenían los mismos condicionantes que el resto de la población. Pero matiza que, desde los primeros orígenes de la Primera Internacional en España -de tendencia claramente antiautoritaria o anarquista-, las mujeres van a tener su papel

En este sentido, insiste el doctor en Historia Contemporánea que las mujeres se desenvolvían mucho mejor dentro de un mundo anarquista porque su mensaje se dirige a la humanidad entera, tanto a mujeres como a hombres. Esto es, al no ser una ideología de clase -al contrario que lo que ocurre en un mundo marxista, en el cual se le otorga exclusimavente a la clase obrera esa capacidad revolucionaria y se le niega a otras personas pertenecientes a diferentes clases- podía llegar más fácilmente a otros sectores, aunque subraya que siempre ha priorizado el mundo obrero por sus condiciones de explotación las cuales exigían el ejercicio del derecho revolucionario.

En esas circunstancias, la mujer en el mundo anarquista va a realizar acciones tan comprometidas desde finales del siglo XIX como hacer públicos tanto la unión matrimonial libre como los nacimientos de hijos al margen del "chapuzón eclesiástico" o de la "opresión administrativa", lo que le supondría problemas a algunas de ellas a partir del golpe de estado de julio de 1936

Por otro lado, José Luis Gutiérrez nos informó que, en cuanto al tema de la planificación familiar, había que tener en cuenta que se estaba hablando de las primeras clínicas donde se realizaban abortos en España. Abortos que eran muy perseguidos y que ocasionaban problemas tanto a los médicos como a las personas que los ejercían. Puso de ejemplo al escritor y médico anarquista catalán Luis Bulffi, que fue a prisión a principios del siglo XX por su ensayo "¡Huelga de Vientres!" y que fue, además, un difusor de la planificación familiar. 

En último lugar, el ponente realizó una referencia a la propia figura de María Luisa Cobos explicando que ella era una de esas mujeres que iba a formar parte de una generación de mujeres que salieron del anonimato para ocupar el espacio público durante el período de la Segunda República. Algo que, según el historiador, no va a ser perdonado por la derecha española, como se demostró con la implantación de la dictadura franquista que devolvió al anonimato a nuestra protagonista, condenándola a ese "patio cerrado del hogar o de la Iglesia". 

De hecho, una vez triunfante el golpe de estado en Jerez, igual que otros miles de gaditanos, se tuvo que refugiar en la zona de la Serranía y en Ronda, lo que no impidió que ejerciera la militancia dentro de Mujeres Libres en varios puntos de la España de la zona libre. Tuvo que exiliarse a Francia donde, al contrario de lo que se ha dicho en algunas ocasiones sobre el exilio francés, fue maltratada por parte del estado francés debido a su condición revolucionaria. A su regreso a España, tuvo que sufrir también la delación por parte de su patrono y, por tanto, fue detenida y trasladada a varias ciudades. Padeció también un Consejo de Guerra y posterior prisión para, después, ser desterrada de Jerez. 

Termina el historiador sentenciando que "una persona que ha vivido la experiencia liberadora de la Segunda República, la experiencia revolucionaria entre 1936 y 1939, va a sufrir el exilio, va a sufrir la cárcel y después, hasta su muerte en 1973, va a sufrir el exilio interior", por lo tanto, es "una buena representante de esta generación de mujeres que tocaron una libertad que muchas de ellas no la pudieron volver a sentir -a vivir- porque murieron antes. Como con María Luisa Cobo yo creo que también hay que recordar a todas estas otras mujeres (...) no sólamente del mundo libertario, sino también de otros campos, porque o bien se las olvida, o bien se las ningunea, o inclusive se las manipula, como puede ocurrir con la figura de Federica Montseny, por poner un ejemplo en la actualidad..."

Al hilo del debate que siempre se crea cuando se acerca el 08 de marzo sobre la mayor presencia en los puestos de responsabilidad para las mujeres, y a modo de reflexión sobre los modelos de igualdad, lanzó José Luis una pregunta al aire: 

- ¿Hasta qué punto merece la pena copiar los modelos patriarcales del hombre? 

 

 


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